La niña

Me presento: soy la chica de la foto. 

Te preguntarás cómo puedo disparar y salir a la vez. Verás, en realidad esa no soy yo aunque creo que nos parecemos. Fíjate, ¡qué maniática es! Siempre que bajo a coger el autobús de las nueve está ahí, en la línea. Justo en el centro, sin salirse de los bordes. Pero ni rastro de los pies en el suelo. 

Nunca olvida el bolso crudo, conjunta con esa raya gruesa del suelo que le hace sentirse tan segura. Le gusta que el color vaquero de su chaqueta coincida con el de sus pantalones. Cree que así parece de una sola pieza, y que resultará más difícil desnudarle.

Se empeña en vestir el gorro verde. Desentona con el gris de la ciudad.

Sin embargo... su manía con no pasarse de la raya es lo que me suscita mayor curiosidad. En eso no nos parecemos. Yo suelo andar por las calles sorteando las líneas. Si las piso, pierdo. Es un juego muy divertido. 

Por cierto, ¿te imaginas que todos tuviésemos las mismas manías?